martes, 14 de octubre de 2014

EL 'MANÁ' QUE CALMA EL HAMBRE EN ANTIOQUIA, EJEMPLO EN EL MUNDO

Por los buenos indicadores en la lucha contra el hambre y la desnutrición, Antioquia fue invitada hace poco a exponer en Le Havre (Francia) su estrategia en el Foro Internacional de Economía Positiva, ante más de 450 organizaciones mundiales.
El Programa de Mejoramiento Alimentario y Nutricional de Antioquia (Maná) logró disminuir drásticamente las cifras de mortalidad infantil en una década.
Antes de entrar en funcionamiento el proyecto, los índices de desnutrición crónica y global de Antioquia eran más altos que el promedio nacional, con porcentajes de 3,6 frente a 2,8 y de 7,6 por ciento frente a 6,7 por ciento, respectivamente.
Un año antes de que se iniciara el programa, en el 2001, murieron 153 menores por desnutrición. El año pasado se presentaron siete casos y en lo que va del 2014 la cifra es de cero muertes.
Hoy, el programa atiende a 348.558 niños en restaurantes escolares. Brinda alimentación a 163.814 menores de 5 años y realiza 7.952 recuperaciones nutricionales.
A esto se suman las estrategias de agricultura familiar, con las Huertas de las Oportunidades y Emprendimientos Productivos. Precisamente, la Gobernación de Antioquia habló de esta estrategia en Francia el mes pasado. Allá, la gerente de Maná, Ángela Lucía Molina, y la asesora de Cooperación Internacional de la gerencia, Paula Escobar, compartieron experiencias en torno a esa estrategia.
Este programa ha atendido a 23.262 familias vulnerables y tiene como meta crear 35.000 huertas de autoconsumo. Con esto buscan asegurar su alimentación, disminuir el gasto en alimentos y mejorar sus hábitos alimentarios, aumentando el consumo de hortalizas y frutas.
Maná está en los 125 municipios de Antioquia, con mayor injerencia en la región de Urabá, el bajo Cauca y el Magdalena Medio. Tiene 31 centros de recepción nutricional, además de ocho unidades ambulatorias ubicadas en poblaciones indígenas de Frontino, Murindó y Vigía del Fuerte.
Para llegar a estos resguardos indígenas, los equipos de médicos, nutricionistas, antropólogos, auxiliares de enfermería y agentes educativos tienen que caminar, en ocasiones, durante más de tres días.
En estos lugares, además de recuperar nutricionalmente a niños y madres gestantes, también capacitan a los líderes comunitarios en la detección oportuna de casos de desnutrición, elaboran talleres de cocina intercultural y trabajan las medicinas tradicional y occidental para el manejo de enfermedades.
“La seguridad alimentaria no es una simple gerencia de métodos de nutrición para menores, sino que también es una propuesta integral alrededor de la familia, la salud, la educación y la inclusión social, porque hoy el avance es un tema de enfoque diferencial”, dijo Adriana San Pedro, secretaria de Participación Ciudadana de Antioquia.
El proyecto de recuperación nutricional ambulatoria para comunidades indígenas ha beneficiado ya a 395 niños y 45 madres gestantes y lactantes. Se han realizado 171 encuentros pedagógicos con las comunidades, 128 capacitaciones con los líderes y se han entregado 1.139 paquetes de complementación alimentaria y nutricional.

FRANCISCO LOGRA QUE EL SÍNODO ACOJA A GAIS Y NUEVAS FAMILIAS

Poco a poco, sin los volantazos que algunos desearían ni el inmovilismo por el que otros suspiran, el papa Francisco está llevando a la Iglesia católica al terreno de la tolerancia. El cardenal húngaro Péter Erdö ha presentado un resumen de las 265 intervenciones pronunciadas durante la primera semana del Sínodo de los obispos sobre la familia, y la primera conclusión es que la Iglesia, tan proclive a mandar al infierno a aquellos que viven en pecado, está trabajando duro por acercarse a quienes hasta ahora –homosexuales, parejas de hecho, divorciados vueltos a casar— están y se sienten excluidos. Aunque no se trate de la redacción definitiva –aún queda otra semana de reuniones—, llama la atención que en un documento con membrete del Vaticano se admita que “las personas homosexuales tienen dones y cualidades para ofrecer a la comunidad cristiana”, se interrogue sobre la capacidad de acogerlos en su seno –“¿estamos en grado de recibir a estas personas aceptando su orientación sexual y garantizándoles un espacio de fraternidad en nuestras comunidades?—e incluso se acepte que “hay casos en el que apoyo mutuo” de algunas uniones homosexuales “constituye un valioso soporte para la vida de las parejas”.
Eso sí, la Iglesia sigue teniendo claro –señala el documento de 58 puntos presentado por el cardenal Erdö— que “las uniones entre personas del mismo sexo no pueden ser equiparadas al matrimonio entre un hombre y una mujer”, pero el aviso enviado a quienes, como el obispo de Alcalá, todavía practican desde el púlpito la caza al gay es claro y diáfano: “Las personas homosexuales tienen que ser respetadas, como es respetada la dignidad de toda persona independientemente de su tendencia sexual”. Se trata ni más ni menos que del desarrollo de una pregunta retórica pronunciada por el papa Francisco en el vuelo de regreso de Río de Janeiro –“¿Quién soy yo para juzgar a los gais?”— que marcaba una senda, llena de obstáculos, hacia la tolerancia, primero, y hacia la inclusión después de quienes, creyendo en Dios, se sienten marginados por su Iglesia.
Es el caso también de muchas parejas que, por unos motivos u otros, no han pasado por la vicaría y de los divorciados vueltos a casar. Una parte importante de las intervenciones del Sínodo se están enfocando a la necesidad de “opciones pastorales valientes” para atender a “las familias en situaciones difíciles”. La sinceridad que pedía el Papa al inicio de los debates parece que está funcionado y los padres sinodales, en vez de entretenerse en las musarañas de lo divino, están mojándose en las dificultades de lo humano. No hace falta más que extraer varias frases del documento para inferir que, aunque la letra llevará más tiempo, la música de la Iglesia está cambiando: “Cada familia herida debe ser primero escuchada con respeto y amor haciéndose de ellas compañeros de camino como Cristo con los discípulos de Emmaus (…) Debe ser respetado sobretodo el sufrimiento de aquellos que han sufrido injustamente la separación y el divorcio (…). También las situaciones de los divorciados y vueltos a casar requieren un discernimiento atento y un acompañamiento lleno de respeto, evitando cualquier lenguaje o actitud que les haga sentirse discriminados. Hacerse cargo de ellos no supone para la comunidad cristiana un debilitamiento de la fe y del testimonio de la indisolubilidad matrimonial, sino que expresa su caridad con este cuidado”.

A expensas de lo que se diga de aquí al 19 de octubre, otro de los hallazgos del Sínodo es la actitud abierta hacia las parejas de hecho. La Iglesia toma nota de que el número de jóvenes que no se casan aumentan en todo el mundo y apuesta por “acoger la realidad positiva de los matrimonios civiles”. Según el documento presentado por el cardenal Erdö, la Iglesia parece haber caído en la cuenta de que “no es sabio pensar en soluciones únicas o inspiradas en la lógica del todo o nada”.

PAPA FRANCISCO BENDECIRÁ A VÍCTIMAS Y VICTIMARIOS DEL CONFLICTO

Será un acto de reconciliación y paz de víctimas y victimarios, informaron este martes fuentes diplomáticas. "Se trata de un gesto por la reconciliación y por la paz", indicó la misma fuente.
El grupo, formado entre otros por una exsecuestrado, un exguerrillero y un exparamilitar, asistirá a la audiencia general de los miércoles en la plaza de San Pedro, tras lo cual será saludado y bendecido por el pontífice argentino. El grupo estará acompañado por el director general de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), Alejandro Éder, y el Embajador de Colombia ante la Santa Sede, Germán Cardona.
Al término de las tradicionales audiencias del miércoles, durante las cuales el pontífice hace una serie de reflexiones públicas ante miles de asistentes, Francisco saluda a grupos de invitados especiales.
La iglesia católica invita a los colombianos a cumplir cinco pasos claves para poder llegar a una paz estable y duradera. Entre ellos reconocer que existe un conflicto en Colombia, intentar ponerse en los zapatos de los otros y entender que hay más cosas que unen que las que separan.

EL PAPA DENUNCIA QUE LA ESCLAVITUD ES UNA PLAGA MUY PRESENTE

La esclavitud es "una plaga social que está fuertemente presente también en el mundo de hoy", dijo este jueves el papa Francisco al comunicar el lema de su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de 2015, que la Iglesia católica celebra el primero de enero y que será: "Ya nunca más esclavos, sino hermanos".
"Con frecuencia se piensa que la esclavitud es un hecho que pertenece al pasado. Sin embargo, esta plaga social está fuertemente presente también en el mundo de hoy", escribe el papa.
Francisco recuerda que el mensaje del primero de enero de este año estaba dedicado a la fraternidad como "fundamento y camino para la paz" y destacó como "la esclavitud hiere mortalmente dicha fraternidad universal y, por tanto, la paz".
"En el mundo contemporáneo, son múltiples los abominables rostros de la esclavitud: el tráfico de seres humanos, la trata de los migrantes y de la prostitución, el trabajo esclavo, la explotación del hombre por el hombre, así como la mentalidad esclavista respecto de las mujeres y los niños", agregó el papa en su nota.
El pontífice de Buenos Aires denuncia cómo "sobre esta herida especulan vergonzosamente individuos y grupos aprovechando la situación causada por tantos conflictos en curso en el mundo, así como por el contexto de la crisis económica y de la corrupción".
Para combatirla eficazmente, señaló Francisco, "es necesario ante todo reconocer la inviolable dignidad de toda persona humana, además de mantener inamovible la referencia a la fraternidad, que requiere la superación de la desigualdad, a partir de la cual un ser humano puede hacer esclavo a otro".
El papa pidió el compromiso de parte de los ámbitos de la información, de la educación, y de la cultura para la construcción "de una civilización fundada sobre la igual dignidad de todos los seres humanos, sin discriminación alguna".

La Jornada mundial de la Paz fue deseada por Pablo VI y el mensaje del papa es enviado a las cancillerías de todo el mundo e indica además la línea diplomática de la Santa Sede para el año que comienza.

EL PAPA ADVIERTE DE UNA ACTUAL TERCERA GUERRA MUNDIAL

El papa Francisco afirmó este sábado que en la actualidad puede hablarse de una tercera Guerra Mundial que se desarrolla "por partes" mediante "crímenes, masacres y destrucciones" e invocó la paz para detener la "locura" bélica.
El pontífice hizo estas afirmaciones durante la homilía que pronunció en el cementerio militar de Fogliano Redipuglia, al que acudió este sábado para recordar a los caídos de la Primera Guerra Mundial, con motivo de su centenario, y a los damnificados por todos los conflictos bélicos. "Hoy, tras el segundo fracaso de una guerra mundial, quizás se puede hablar de una tercera guerra combatida "por partes", con crímenes, masacres, destrucciones", aseveró.
Francisco indicó que la guerra es "una locura" que crece destruyendo y trastornándolo todo, hasta la relación entre hermanos y "lo más hermoso que Dios ha creado", el ser humano. También recordó que hoy en día hay muchas víctimas y esto sucede porque "en la sombra" convergen "intereses, estrategias geopolíticas y codicia de dinero y de poder", que a menudo encuentran justificación en la ideología.
En concreto criticó a la industria armamentística -"que parece ser tan importante"- a la que tildó junto al resto de factores de "planificadores del terror" y de "organizadores del desencuentro".
El papa también hizo un alegato contra la indiferencia al recordar la respuesta de Caín al ser preguntado por Dios por el paradero de Abel: "¿A mi qué me importa? ¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?" (Gn 4,9). "Con corazón de hijo, de hermano, de padre", el papa pidió a la humanidad pasar de ese "¿A mi qué me importa?" al "llanto", es decir, a la reacción contra el belicismo porque "la humanidad tiene necesidad de llorar, y esta es la hora del llanto".
Fogliano Redipuglia es una localidad del nordeste de Italia cercana a la frontera con Eslovenia en la que se situó uno de los frentes más encarnizados de la Primera Guerra Mundial. En este municipio se encuentran dos cementerios en los que yacen los combatientes de ambas partes beligerantes: el Imperio Austro-húngaro e Italia.
La intención del papa fue la de invocar la paz y orar por los caídos en todos los conflictos bélicos por lo que, de manera simbólica, visitó ambos camposantos con el fin de honrar a los caídos de ambos bandos.
En primer lugar rezó en solitario en el cementerio austrohúngaro, donde permanecen sepultados 14.550 soldados del Eje Central, y acto seguido se desplazó al cementerio militar de Redipuglia, donde reposan los cadáveres de 100.000 soldados italianos y donde celebró la misa, el acto central de este viaje pastoral de apenas cinco horas.

La misa tuvo lugar en el sagrario de Redipuglia, una colosal grada de piedra coronada por tres cruces mandada construir por Benito Mussolini en 1938 y que hoy en día constituye el mayor monumento a los caídos de guerra de todo el país.

VATICANO ABRIÓ JUICIO PENAL POR PEDERASTIA CONTRA EXNUNCIO

El Vaticano abrió un juicio penal contra su exnuncio en República Dominicana, Jozef Wesolowski, por pedofilia, el primer caso de abuso sexual en ser juzgado por la Iglesia, informó un portavoz el martes.

Fue el propio papa Francisco quien exigió una decisión drástica sobre el caso, explicó el portavoz Federico Lombardi. Wesolowski, de 65 años, que fue desposeído de sus hábitos en junio, se encuentra en arresto domiciliario.

La decisión fue tomada "de acuerdo a la voluntad expresada por el papa, para que un asunto tan grave y delicado sea enfrentado sin retraso, con el rigor justo y necesario y una total asunción de responsabilidades por parte de las instituciones al frente de la Santa Sede", indicó el portavoz.

El papa Francisco había convocado en agosto del 2013 a Wesolowski, de 65 años, nuncio en República Dominicana desde enero del 2008, tras ser acusado de abusos sexuales a menores.Wesolowski estaba acusado de haber pagado a menores para mantener relaciones sexuales en el centro histórico de Santo Domingo, un escándalo que despertó indignación en la isla y provocó la movilización diplomática del gobierno.

Tras el juicio eclesiástico de junio, el nuncio fue el primero en ser expulsado del sacerdocio por pedofilia. Wesolowski, de origen polaco, presentó sin embargo una apelación. Seis meses antes de su condena eclesiástica el comité de Naciones Unidas sobre los derechos de la infancia ya citaba su caso como ejemplo de la ausencia de iniciativas del Vaticano para luchar contra los abusos sexuales a menores.

Desde hace una década la Iglesia Católica se ha enfrentado a numerosos escándalos de abusos sexuales a menores de curas y altos cargos desde Irlanda hasta Estados Unidos y Australia.Wesolowski fue ordenado en 1972 por el arzobispo de Cracovia, el cardenal Karol Wojtyla, que posteriormente se convirtió en el papa Juan Pablo II. El pontífice nombró a Wesolowski como representante del Vaticano en Bolivia, después estuvo en varios países asiáticos hasta que el papa Benedicto XVI le asignó a República Dominicana en el 2008.

La prensa le vincula al caso de otro cura polaco, Wojciech Gil, acusado de violar a niños durante su estancia en la isla caribeña.El papa Francisco prometió acabar con los abusos en la Iglesia Católica y reiteró, al igual que sus predecesores, que habría tolerancia cero.

El año pasado enmendó las leyes del Vaticano castigando con hasta 12 años de prisión los actos sexuales con niños, la prostitución y la pornografía infantil. En mayo también advirtió que los arzobispos "no tendrían privilegios" respecto a los crímenes de abuso sexual y los describió como una "misa satánica".

Las autoridades del Vaticano informaron a principios de este año en una reunión con la ONU, que los fiscales del Código de Derecho Canónico habían tratado 3.420 casos de abusos sexuales a menores en la última década. De estos juicios, 848 curas fueron obligados a colgar los hábitos y a los 2.572 restantes simplemente se les obligó a "vivir una vida de rezo y penitencia", por ejemplo en un monasterio.